Los cerambícidos o escarabajos longicornios son una familia de insectos coleópteros de gran
tamaño provistas de llamativas antenas, casi siempre más largas que el cuerpo , de ahí que también se les conozca como longicornios. Los adultos tienen un tamaño de entre 8 y 20 mm, aunque el más grande de todos llega a alcanzar los 17 cm de largo.
Suelen atacar más a maderas blandas, perforando la albura y el duramen de la madera. Su ciclo de vida puede ser muy variable, oscilando entre los 2 y los 10 años.
La presencia de los cerambícidos se manifiesta por la masa harinosa amarillenta formada por carcoma (serrín y excrementos) que cierra las galerías y los agujeros por donde sale el insecto adulto, que son agujeros ovales con diámetros de 0,5 x 1 cm .
Entre los coleópteros, los
cerambícidos son los más peligrosos para las estructuras de madera, debido a que
las larvas excavan galerías que alcanzan hasta 1 cm de anchura, y además el
sentido de tales galerías es de lo más variado pudiendo llegar hasta el centro
de la sección de la viga. Teóricamente, una sola larva que abriese su
galería en el mismo plano ortogonal al eje de la viga podría producir su
rotura. Aunque en la realidad este caso es muy improbable, la presencia de una
sola larva en una viga debe considerarse extremadamente peligrosa para la
conservación de la estructura.
El
asentamiento de las infestaciones decrece notablemente con la edad de la
madera, y se ve favorecido por la presencia de la corteza.
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