Los anóbidos son pequeños coleópteros a los que se
les atribuye el nombre genérico de carcomas. A ellos pertenecen los relojes de
la muerte, que emiten rápidos golpeteos repetidos a intervalos frecuentes,
producidos por el adulto al golpear, en la época de apareamiento, con la cabeza
las paredes de la galería.
Esta familia es la que más frecuentemente aparece. Se alimentan de la madera de
duramen y la albura de las frondosas, principalmente el roble, el haya, el nogal
y el olmo, que han sido atacadas previamente por los hongos de pudrición. En
muy raras ocasiones atacan la madera de coníferas.
La larva puede alcanzar una
longitud de 3 a 5 mm. Los orificios de salida son de forma circular con 1,5 a 4
mm de diámetro, según la especie. La duración de su ciclo biológico es muy
variable, desde un mínimo de 8 meses hasta 2, 3 o más años. Las hembras fecundadas depositan los huevos (de 0,3 mm) en las
superficies rugosas y en las grietas de la madera. Pueden depositar hasta 80
huevos por hembra. Después de 4 o 5 semanas, nacen unas pequeñas larvas blancas
que penetran directamente en la madera. Las galerías van incrementando de
tamaño según la larva va creciendo, quedando llenas de serrín rugoso y áspero.
Al final del periodo larvario el
insecto alcanza una longitud de 6 mm y pasa al estado de pupa en las cámaras
situadas en las zonas próximas a la superficie de la madera. En éste estado
permanece de 6 a 8 semanas, transformándose posteriormente en insecto adulto.
Durante los meses de mayo a
agosto los adultos salen al exterior perforando en la madera orificios
circulares de 1,5 a 2 mm de diámetro, siendo en este momento cuando se puede
detectar el serrín que se cae de la madera infestada.
Su capacidad para digerir la madera
no está ligada a la actividad de las secreciones intestinales, que no son
idóneas para atacar la lignina y la celulosa, sino a la acción de
microorganismos especiales que se alojan en las células epiteliales de sus
ciegos intestinales. Se produce una verdadera simbiosis, que en este caso se
llama endosimbiosis, por el hecho de que los microorganismos están hospedados
dentro del cuerpo del insecto.
Los microorganismos hospedados
pueden ser de diferente naturaleza: hongos, protozoos, bacterias..., microorganismos
que son "heredados" de una generación a otra a través de un líquido,
producido por las glándulas anexas al ovopositor, que envuelve a los huevos. La
larva que nace ingiere los microorganismos al nutrirse de parte de la cápsula;
aquéllos se multiplican activamente y se sitúan en las células de las paredes
de los ciegos intestinales de las larvas. Su actividad es lenta pero constante.
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